Capítulo 16: Visualización

Hoy, como escritora de bien que he decidido considerarme, voy a empezar mi entrada con los agradecimientos. Bueno, en realidad agradecimiento al míster que hace unos cuatro años (qué rápido pasa el tiempo), me descubrió la palabra de la que hoy os vengo a hablar: visualización.
Vale que en un principio mi mente adolescente no lloró de felicidad al conocer tal magnífico concepto, pero con los años y gracias a unas y otras experiencias, esto de visualizar se ha ido afianzando hasta el punto de ser un básico en mi día a día.

Supongo que para seguir adelante en todo esto, estaría bien hacer una pequeña introducción a lo que va a ser el tema central de esta entrada, así que preparad vuestros cerebros, ponedlos en modo receptivo:
La visualización es, en resumen, formar una imagen o sucesión de acontecimientos en nuestra mente. Es decir, poniéndonos en plan gurú que tanto está de moda, crear y consolidar nuestros objetivos y, aun más importante, el proceso hasta llegar a ellos. Esto, que puede parecerse a lo comunmente conocido como "soñar despierto@", repercute de manera muy favorable en nosotros, ya que, además de activar nuestros cada vez más adormecidos ingenio y capacidad creativa, y ayudar a reconocer aquellos recursos que nos son necesarios para alcanzar nuestras metas, constituye una fuente de motivación extraordinaria. Con lo cual tenemos los dos aspectos más básicos y tan difíciles de encontrar: qué quiero y cómo voy a conseguirlo.

Una vez aclarado el tema, o al menos intentado aclarar, os paso a contar por qué me he unido a las filas de estos "visionarios". Para ello, nos vamos a remontar a noviembre o diciembre del 2013, no lo recuerdo exactamente. En uno de aquellos meses, en los que estaba en mitad de mi segundo y último año de mi ciclo formativo, decidí que iba a irme de erasmus. Y a partir de ahí, se fue formando una bola de experiencias que me ha llevado a donde estoy hoy. Y diréis ¿qué tiene que ver esto con la visualización? Permitidme que vuelva un par de lineas más arriba y destaque el hecho de que yo decidí que "iba a irme de erasmus" no que quería irme, que sería maravilloso o que ojalá pudiese ir. Me visualicé pasando las pruebas y apareciendo en aquella lista que confirmaría que en marzo, tomaría un vuelo a Dublín para pasar tres meses trabajando en lo que me gustaba. Claro que lo que no podía ni imaginar era que, además de mi persona, tendría la suerte de coincidir con otras tan increíbles, que hicieron que cada segundo allí mereciese la pena y a día de hoy sea uno de los mejores recuerdos que tengo, pero esto es otra historia.

Volviendo a lo que nos ocupa, conseguí irme de erasmus y volví. Y pasé en España alrededor de mes y medio, que fue suficiente para decidir que me iba a ir de aupair a Alemania. Así que indagué, busqué y, una vez más, me fui. Pasé en aquel pueblo alrededor de un mes para después, encontrar a la familia con la que hoy en día estoy en Berlín. Pero aquí no acaba la cosa porque, aunque yo vine aquí para aprender alemán, en mi mente siempre ha habido un objetivo claro: trabajar como programadora. Y volviendo a la visualización y a la fijación de los medios para lograr nuestros objetivos, pasé al envío de curriculums y a la respuesta de una empresa que me dijo: tienes dos días para presentar una web. La misma empresa que, una vez entregada, volvió a mi para decirme: el miércoles queremos hacerte una entrevista.  Y, exactamente la misma empresa que, ayer, me mandaba un correo diciendo "nos complace informarle que ha sido admitida en el colegio Hogwarts de magia y hechicería", ah no ese era otro, el que nos ocupa decía "nos complace informarte de que estaríamos encantados de que formases parte de nuestro equipo como programadora". Si señoras y señores, voy a ser una pica-teclas de forma oficial, os podéis imaginar mi alegría, dicha y demás calificativos sinónimos.

Tras el subidón de esta noticia, ha venido la recapitulación de la que habéis sido testigos en esta entrada. Un repaso por encima a todo aquello que, en más o menos un año, ha ido ocurriendo en mi vida, y no podía ir mejor. Cosas malas, las ha habido por supuesto, momentos duros está claro que también, pero querid@s lector@s, cuando sabes de verdad qué es lo que quieres conseguir y eres consciente de cómo hacerlo (te cueste más o menos), todo aquello que tiene un tono más grisáceo se ve eclipsado cuando, de pronto, te ves al comienzo de un nuevo capítulo y, al mirar los anteriores, solo sientes orgullo.

Así que, amigos y amigas, haced caso a mi entrenador, que él sabe. Yo por lo pronto, voy a visualizar una bolsa de galletas de chocolate.To be continued...

¿Tienes qué aportar? ¡Comenta! ¿Te ha gustado? ¡Comparte! ¿Te parece un post horrible? Mejor no hagas nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario